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La Caravana Mágica llegó a XLR Club en San Miguel

Eran las 22hs aproximadamente y el público se mantenía atento a la escalera de XLR que conecta el escenario con el pasillo del camarín, cuando de pronto comienzan a bajar los músicos y la ovación se hace presente al poder discernir un hombre de remera roja y pantalones sueltos de boina cual adolescente con espíritu alegre. Suena una milonga y uno entiende que comenzó este nuevo género popular que Gustavo Cordera adoptó para su nueva producción musical en la cual se escuchan cumbias, boleros, y otros ritmos barriales.

Transcurren los dos primeros temas con él bailando y disfrutando de cada canción, cuando al terminar mira sonriendo al público y dice “que lindo es volver a estar asi con ustedes frente a frente, ver las caras de cada uno, creo que es lo mas lindo que le puede pasar a un músico”, provocando obviamente la simpatía de sus seguidores que lo aplauden. Llega el turno de uno de sus temas más reconocidos de su etapa solista, en una versión distinta a la original pero con enorme producción en cuanto arreglos y suplantación de instrumentos electrónicos por guitarras acústicas más coros nuevos que hacen de la canción un momento inolvidable, estamos hablando de la famosa “Me la juego a morir” primera canción con la cual el público se enciende y se anima a saltar con el coro post estribillo “uoo oo oh”.

Las canciones siguen sonando, la gente cada vez baila más, todo parece un gran carnaval cuando se produce una pausa, la gente pide “La Bomba Loca“, y él contesta:”bueno, mis fans evolucionaron, antes me pedían La Bolsa”, todos ríen, luego de esto toma la compostura y comienza a hablar sobre una canción que trascendió barreras en el tiempo, que marcó una época en la historia argentina, un momento…empiezan a resonar acordes, el clima se va armando, sus labios se mueven y la melodía resuena: “Esperaria que no te asuste este instante de sinceridad, mi corazón vomita su verdad…”, la gente comienza a gritar, en el famoso estribillo el piso vibra de los saltos de la gente. Más tarde llegaría la tan pedida “Bomba Loca”, y por momentos parece un corso con banda de fondo y risas ocasionales de gente que solamente disfruta de ver un show donde predomina el festejo.

Se acerca el final y la banda propone una improvisación para cerrar un show impecable sin desprolijidades ni momentos tensos, Gustavo se acerca al público y pasa su micrófono para que cada uno exprese la melodía vocal que su base fusión le provoca, pasan las personas y cada vez la gente baila más festejando las ocurrencias de los demás, mientras se pone a “La Caravana Mágica” como punto de encuentro e identificación para toda la gente que vino a disfrutar de un show en el cual se dio a entender que la música es para festejar.

Nota por Edd Brizuela @eddbrizuela
Fotos Valeria Ramirez

17/06/2011

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